5 consejos para comer carne de cerdo.
En los últimos años, hubo cambios en la forma de cría y alimentación del ganado porcino que contribuyeron a mejorar notablemente la calidad de la carne y que generaron nuevos beneficios, que hoy quizás no son tan conocidos.
Cada vez hay más gente que consumen carne de cerdo. Esto se debe a que, en los últimos años, hubo cambios en la forma de cría y alimentación del ganado porcino que contribuyeron a mejorar notablemente la calidad de la carne y que generaron nuevos beneficios, que hoy quizás no son tan conocidos.
1 – Tiene menos grasa que otras carnes (incluso menos que la pechuga de pollo)
El lomo de cerdo es tan magro como la pechuga de pollo sin piel, una de las carnes más magras. Esto nos demuestra que la carne de cerdo es ideal para regímenes alimenticios saludables en los que se priorizan las vitaminas y minerales complejos.
2 – Es ideal para deportistas
Es sabido que quienes practican actividad física, ya sea en forma amateur como profesional, requieren una dieta que les aporte todos los nutrientes esenciales para poder rendir al máximo. La carne de cerdo aporta una gran dosis de proteínas y minerales, así como Omega 3, un ácido graso que posee múltiples beneficios para la performance deportiva.
3 – Recomendada para niños y embarazadas
La carne de cerdo supera en contenido proteico a la carne vacuna u ovina. Esto significa que aporta, en mayor medida que otras carnes, un componente vital para la formación de tejido y renovación celular, haciendo su consumo ideal en la etapa de crecimiento infantil y juvenil. Además, ofrece grandes cantidades de hierro, mineral que combate la anemia, una enfermedad muy común en la mujer durante el embarazo.
4 – Protectora del corazón
Entre sus múltiples beneficios, presenta la mejor relación sodio/potasio: bajos niveles del primero y altos del segundo, lo que la hace apta para el consumo de personas con problemas cardiovasculares y renales y/o con alta presión sanguínea.
5 – Métodos de cría más sanos: carne más saludable
Los métodos de cría, conservación y alimentación del ganado porcino mejoraron considerablemente en los últimos 20 años, lo que dio como resultado que la carne de cerdo sea de mucha mejor calidad. En el pasado, se la asociaba con altos niveles de colesterol y grasas, pero en la actualidad se demostró que posee niveles inferiores a los de otros tipos de carne, como la vacuna o aviar.
La clave del consumo de la carne de cerdo está en el equilibrio: ningún extremo es bueno, y es sabido que la salud va de la mano con una dieta variada que incluya todos los nutrientes necesarios para las funciones vitales.