Semillas poco usuales pero buenas para tu salud.
Encontramos cuatro antiguos súper alimentos provenientes de todos los rincones del mundo que vale la pena redescubrir, porque no solo son sabrosos, sino que además son granos muy buenos para tu salud.
- Freekeh (Semilla de Medio Oriente)
Es similar a crujientes granos de trigo tostados, con un delicioso sabor ahumado. Ofrece hasta cuatro veces el contenido de fibra del arroz integral, lo cual es una buena noticia para tu cintura, ya que la fibra te protege contra el aumento de peso. En el estómago, actúa como un prebiótico, apoyando a las bacterias buenas que ayudan en la digestión.
- Farro (Semilla de Egipto)
Es como los granos de trigo, con un sabor similar a la cebada. Además de aportar vitaminas B y E, es rico en magnesio, por lo que se le llama “el relajante muscular de la naturaleza”. Ayuda a aliviar la tensión y los calambres.
- Amaranto (Semilla de América Central)
Lo encuentras en forma de semillas, harina, cereal y tiene sabor a nuez tostada. Una taza de amaranto cocido tiene casi la misma cantidad de calcio que una taza de queso cottage bajo en grasa, la impresionante cifra de 5,2 gramos de fibra y más proteínas que un huevo duro. A diferencia de la mayoría de otros granos, contiene lisina, un aminoácido que el cuerpo necesita para el crecimiento y reparación de tejidos. Es libre de gluten, por lo que es apto para celíacos.
- Chía (Semilla de México y Guatemala)
Las pequeñas semillas negras y blancas tienen un sabor sin pretensiones, además de que es una de las fuentes vegetales más ricas en ácidos grasos omega-3 y una cucharada aporta hasta de 3 gramos de fibra. Las semillas absorben varias veces su volumen en agua, lo que promueve una sensación de saciedad. Su consumo regular de semillas blancas redujo el hambre hasta en un 63 por ciento.
Ahora que conoces estas semillas planifica cómo incorporarlas a tu dieta.